Ioshua
De repente, el coche de Ioshua, se para.Las luces, poco a poco van perdiendo potencia hasta apenas dejar una leve iridiscencia como recuerdo de que un minuto antes brillaban con fuerza.
Ioshua, maldice su mala suerte, y trata de volver a poner en marcha su coche. No reacciona.
Y para empeorar las cosas, no para de llover.
La radio presenta interferencias de forma continua, y no se ve un alma por la calle.
Saca el movil, y marca el número de su seguro...
Fallo en llamada.
Vuelve a marcar.
Fallo en llamada.
Joder!, se dice a si mismo, ¿que coño pasa hoy?
Y entonces se baja del coche y decide buscar una cabina de telefonos.
Su suerte no mejora. Mojándose y cabreado, ha recorrido tres manzanas, y sigue sin ver un teléfono.
Sus pasos, le llevan a un pequeño bar de cuya entrada surge una luz rojiza. Música.
Parece que dentro hay gente que charla y se esta seco, así que decide pasar.
El lugar es un antro. Poco espacio, mucha gente, lleno de humo, y musica demasiado fuerte. Menuda mierda.
El tipo de lugar del que siempre ha dicho que sólo es atractivo para desequilibrados y yonkis.
En la barra nadie le mira.
Llama al camarero, y pregunta ¡¿el telefno?!
El camarero lo mira como a un bicho raro, y comienza a reirse...
¿teléfono?
Le sirve una copa que no ha pedido
Esta noche puede ser muy larga hijo... toma algo, y relájate...
Riendo de nuevo, se aleja de Ioshua.
¿que coño?
Entonces la ve...
Algo extraño, un deja vú quizá...
Pero su cara no le resulta desconocida... en señal de saludo, la extraña levanta su copa y se acerca a Ioshua. Llega hasta él, le observa con detenimiento y sonríe con satisfacción.
Esta vez tu disfraz es bueno hermano; pero no lo bastante. No creo que llegases a pensar que podrías darme esquinazo de nuevo...
¿verdad?
Ioshua la observa con incredulidad y desconfianza... parece una mujer hermosa, algo delgada y joven, pero al observarla, su mirada le revela satisfaccion, triunfo e incluso lascivia. Sin duda fria, con pocos escrúpulos; muy capaz de derretir a un hombre con tan solo desearlo.
¿Perdón?
La extraña sonríe, y dando un último trago a su copa mira a Ioshua.
Ven, volvemos a casa.
¿A... casa?
Ella mira a Ioshua con seriedad y señala con el índice hacia abajo.
En el averno se te echa de menos...
2 comentarios
goticboy -
Me alegro de que te guste, y sabiendo que eres de las poquitas, poquiiiisimas personas que entran a mi casa, me gusta dedicarte esta historia.
PD: Espero que las que vienen, te gusten igual.
Harmu -
Me gusta. :)